
Algo de historia:
En Popayán, capital del departamento del Cauca, con una población de 300 mil habitantes al sur de Colombia, los conservacionistas de la ciudad en julio de 2003 iniciamos una serie de acciones organizadas para defender del corte a una decena de árboles de guayacán (Tabebuia rosea y Tabebuia serratifolia) plantados 40 años atrás en una avenida a la entrada de la ciudad. La tala de los árboles había sido autorizada por la Autoridad ambiental institucional del Cauca, CRC, con el objeto de construir un cruce vial.
Estos árboles, además de ser un símbolo paisajístico pertenecen a la memoria colectiva de la ciudad y son un patrimonio que ha permitido a sus ciudadanos reconocer el valor de nuestra biodiversidad y pluriculturalidad, a tal punto que convocó a la voluntad de miles de personas para formar un movimiento ciudadano en su defensa, que sumado a las denuncias de los medios de comunicación, obligó a la CRC a citar a una Audiencia pública para exponer y debatir los conceptos fundamentales en pro de la conservación del patrimonio paisajístico de la ciudad y, ¡los guayacanes se salvaron!
El sector de la sociedad civil que logró convocar al espíritu cívico de sus habitantes en Popayán, conformó el ‘Movimiento Ambiental Los Guayacanes’, como un espacio cívico amplio, con el objeto de seguir defendiendo el patrimonio ambiental y promover la planificación de las áreas verdes en la región con una destacada participación ciudadana.
Con el correr de los meses, a los líderes de esta movilización empezaron a llegarnos solicitudes de asesoría y apoyo para respaldar a la comunidad en defensa de sus parques y áreas verdes, entre ellas la del municipio de Silvia, donde la mayoría de sus habitantes es indígena. Allí, el parque cuya arborización tenía más de 60 años de existencia fue arrasado para construir una plaza “dura y moderna” sin ningún significado. Y aunque el daño estaba causado, nuestra intervención promovió varias marchas y tres Cabildos abiertos donde la comunidad de diferentes razas se unió para exigirle al alcalde recuperar el concepto de parque verde. Para dicha ejecución donamos el anteproyecto.
Otro caso a destacar es la intervención en el Parque Simón Bolívar en Timbío-Cauca, donde se intentó pavimentar el parque al que rellenaron con escombros de las obras que ejecutaban para el alcantarillado de ese municipio. La comunidad nos solicitó el apoyo y se logró preservar gran parte del parque.
Se ha brindado apoyo a las comunas dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho en temas de claro deterioro ambiental, donde las comunidades se han manifestado por su inconformidad en el manejo del medio ambiente en el Humedal de los Tejares, en la Quebrada Pubús, en la Quebrada Quitacalzón, en el río Molino, en las riveras del río Cauca y en el Cerro La Tetilla entre otros.
En la actualidad estamos impulsando la movilización ciudadana e intervención en los medios de comunicación para frenar un proyecto de mutilación del parque Caldas en Popayán, ciudad fundada hace 450 años, que conserva el centro histórico como patrimonio de Colombia. Su parque principal es constitutivo del sector histórico, sin embargo con un proyecto traído desde Bogotá para peatonalizar el centro, quieren transformar una parte del parque Caldas en plazoletas, quitándole identidad y su valor histórico y ambiental. Nosotros apoyamos el rescate de la ciudad para el peatón, pero sin destruir el parque. Por ello en este momento solicitamos una Audiencia pública para socializar el proyecto y debatirlo.
Hoy por hoy, la ausencia de planificación en las intervenciones en los parques y zonas verdes se hace más crítica porque desconoce a la gente y su medio como ejes de dicha proyección; es por ello que apoyamos un espacio semanal en el periódico local para analizar los 64 parques de barrio existentes en el municipio de Popayán.
Nuestra filosofía y principios de trabajo independientes han permitido desarrollar acciones conjuntas con la comunidad, con el objeto de injerir en la política de planeación de los espacios verdes en la región.