viernes, 27 de julio de 2007

Carta abierta



CARTA ABIERTA A LA ADMINISTRACION MUNICIPAL DE POPAYAN CAUCA COLOMBIA.

La sociedad Colombiana de Arquitectos Paisajistas Seccional sur Occidente es una agremiación sin animo de lucro , conformada por profesionales quienes protegemos, restauramos, y mitigamos EL PAISAJE, sus ecosistemas, hábitats o nichos degradados, basados en la interrelación de todas las disciplinas del paisaje, con un enfoque ético, científico, técnico, ecológico y estético, con el propósito de mejorar la calidad espacial, calidad sensible y por ende la calidad de vida de los habitantes dentro de un concepto de desarrollo sostenible y sustentable.

Ha sido de nuestro conocimiento la situación que se ha presentado en esta ciudad con el PARQUE CALDAS, como sociedad compartimos plenamente la filosofía del respeto por el habitad y el paisaje como primera condición para el desarrollo, por lo tanto nos unimos a la causa de los amigos del parque y pedimos que la nueva imagen del parque sea el resultado de la concertación con la comunidad, pues estamos seguros que ella preservara la imagen de la ciudad en términos de calidad de vida sus habitantes, proyectada en el tiempo y respetando el legado ambiental para las generaciones venideras.
Atentamente,



MARIA DEL PILAR GARCIA ARIZABALETA
Presidenta


Maria del Pilar Garcia ArizabaletaPRESIDENTA SAPsoSantiago de Cali.Colombia

CARTAS DE APOYO QUE RECHAZAN LA INTERVENCIÓN EN EL PARQUE CALDAS

CARTA ABIERTA DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE ARQUITECTOS PAISAJISTAS

Bogotá, 12 de junio de 2007

Señor Doctor
VÍCTOR LIBARDO RAMIREZ
Alcalde de Popayán

En representación del gremio de Arquitectos Paisajistas de Colombia, adherimos la justa causa expresada públicamente por los Amigos del Parque Caldas que invitan a preservar las calidades ambientales y paisajísticas de ese tradicional espacio.

Puesto que el ejercicio profesional del paisajismo se basa en la capacidad integradora de criterios sociales, ecológicos, estéticos y funcionales entre otros, respaldamos la solicitud del movimiento cívico que pide:

1. Concertar un diseño participativo pues es la comunidad la verdadera dueña de sus espacios, quien les da uso y significado y quien mejor conoce sus propios anhelos y necesidades.
2. Preservar los activos espaciales y ambientales que el actual parque ofrece y evitar la repetición de modelos externos caprichosos o que respondan a modas y formalismos ajenos al espíritu del lugar.
3. Mantener coherencia con una época que exige austeridad en el manejo de presupuestos, optimizando los recursos y evitando el innecesario derroche.

Esta Sociedad ve con muy buenos ojos una comunidad payanesa proactiva, defensora de los espacios colectivos y de su identidad regional. No sobra reflexionar sobre el hecho evidente de que el excesivo centralismo también ha generado indirectamente detrimentos sobre los paisajes locales.

Gloria Aponte,
Walter Martínez B.
Directivos Junta Sociedad Colombiana de Arquitectos Paisajistas

Centralismo bogotano pretende cambiar parque de Caldas

Foto: Mav.

Grupo cívico presentó tutela contra municipio Centralismo bogotano pretende cambiar parque de Caldas
Por: Aura Isabel Olano
La Campana

A pesar de la seria oposición que distintos sectores de Popayán han expresado al proyecto de intervención del parque Francisco José de Caldas, contratado por Fonade al arquitecto bogotano Lorenzo Castro, sigue su curso sin mayor modificación, como queriendo significar que “a caballo regalado no se le mira colmillo”.
Sin embargo, el Movimiento Ambiental Los Guayacanes y el Grupo Amigos de Popayán, que de manera independiente venían estudiando temas de ciudad, se unieron para “mirarle el colmillo” a este proyecto, del que dicen viola varias normas y hace caso omiso a estudios efectuados como el Provial. Incluso, el viernes 6 de julio algunos miembros del Movimiento Ambiental del Cauca, presentaron una Acción de Tutela en contra del Municipio de Popayán, por no haber dado respuesta a un Derecho de Petición, en el que solicitaban información precisa respecto de la fijación de fechas para la celebración de las Audiencias Públicas necesarias para que se socialice y se argumente por parte de la Alcaldía y de Fonade el proyecto denominado: “Ampliación del área peatonal del parqueCaldas, centro histórico del municipio de Popayán- Departamento del Cauca”, parque que cuenta con la declaratoria de Bien de Interés Cultural de la Nación. Anunciaron que si la Tutela no funciona, apelarán a la Acción Popular.
Este grupo ampliado, que está integrado por profesionales de distintas disciplinas, expresiones sociales, intereses y edades, pero unido bajo un denominador común de amor y amistad por la ciudad, está en desacuerdo con dicho proyecto, mas no con la necesidad de semipeatonalizar el sector del parque de Caldas para devolverle el espacio al ciudadano.
Se impone desde Bogotá
Para salir de un proyecto impuesto, que no tiene aceptación ciudadana, proponen que Fonade lo archive y que se convoque a la ciudadanía a conformar un equipo multidisciplinario para que se presente una nueva propuesta ad honórem. Incluso, estos dos grupos se están reuniendo para perfilar una iniciativa desde distintas visiones. Precisamente, en reunión efectuada el pasado 10 de julio en la sede de la Junta Pro Semana Santa, se le propuso al ministerio de Cultura archivar ese proyecto, iniciativa que fue rechazada vehementemente por la funcionaria de Monumentos Históricos de esa cartera, Leonor Gómez Hernández, quien dijo que la intervención del parque de Caldas se hacía con el proyecto del arquitecto Lorenzo Castro, que se podían recibir algunas observaciones. Horas más tarde en sesión en la Filial de Monumentos, sus miembros le informaron que el proyecto, tal como ha sido presentado, aún no tiene el aval de esa Filial.
Se busca trascender
Según la antropóloga María Teresa Maya, se busca fortalecer el grupo Amigos de Popayán, para convertirlo en un aparato formal, en un equipo sólido intergeneracional que en el futuro próximo se transforme en la Sociedad de Mejoras y Ornato de la ciudad, como ha sucedido en Cali, Bogotá, Cartagena y Bucaramanga. “Estábamos surgiendo y creciendo con mucha calma, cuando apareció la variable del parque, que nos ha hecho aparecer en sociedad antes de tiempo”.
Entre tanto, el Movimiento Ambiental, que nació hace cuatro años en defensa de los guayacanes de la Panamericana, es un grupo amplio, no formalizado, que tiene como objetivo la protección del patrimonio ambiental de Popayán y del Cauca, subraya su fundadora, la arquitecta Lucy Amparo Bastidas Passos, quien resaltó el trabajo cívico de presencia en el parque y de participación ciudadana en torno a él.
El alero y el andén
El Plan de Ordenamiento Territorial-POT- que es una herramienta para pensar la ciudad a futuro, exige el Plan Especial de Protección de Popayán, del cual sólo está la primera fase que fue elaborada por los arquitectos Tomás Castrillón Valencia y Jaime Salcedo. Está próxima a cerrarse la segunda fase. La peatonalización, indica uno de los miembros de Amigos de Popayán, es un viejo anhelo ciudadano, que se concreta en varias decisiones. Por ejemplo, luego del terremoto de Popayán, a las tres propuestas finalistas para la reconstrucción del CAM se les exigió un análisis del tema peatonal. Estas contemplaron la peatonalización de las 9 manzanas periféricas al parque de Caldas. “Han pasado 24 años y se sigue hablando del tema peatonal porque es una necesidad para Popayán, pero entendamos que aumentar la franja peatonal no es igual a aumentar andenes”, dice el arquitecto Tomás Castrillón.
Señala, que la plaza que hace 101 años sus ciudadanos decidieron hacer, definir y armar, ahora no la puede cambiar una sola persona. Opina que el andén tiene una relación histórica con el alero. Incluso en crónicas y reseñas de viajeros, se muestra a Popayán como una ciudad del siglo XVIII que había asumido la elegancia europea barroca del andén, mientras que en ciudades como Bogotá, Cartagena y Villa de Leyva, no todas sus calles los tenían.
Indica que uno de los grandes defectos que tiene el proyecto planteado por el arquitecto Castro, es suprimir los andenes de 9 manzanas. “Aumentar sin necesidad el tamaño del andén frente a la gobernación del Cauca y del atrio de la Catedral, es cambiar la página y modificar una historia”.
Se violan leyes
Los integrantes de este grupo, entre los cuales se encuentran juristas, señalan que con el proyecto de intervención del parque de Caldas se violan normas que rigen para la protección y conservación del Sector Histórico.
El POT de Popayán, aprobado por Acuerdos 006 y 007 del 5 de agosto del 2002, estipuló que el Plan Especial de Protección del Sector Histórico, PEP, como Plan Parcial, había que elaborarlo dentro del año siguiente, pero ha pasado el tiempo sin que se haga, y toda obra que se quiera adelantar en el Sector Histórico y también dentro de cualquiera de los planes parciales que hay a lo largo y ancho de la ciudad, no se pueden aprobar si no están los parámetros del Plan Parcial. “No existe Plan Parcial del sector histórico, no hay Plan Parcial de Espacio Público y del Plan Especial de Protección, ordenado por la Ley de Cultura, y que es la base para el Plan Parcial del Sector Histórico, sólo existe el pre diagnóstico. Entonces no se puede hacer ninguna intervención porque todo debe estar articulado. Para eso se hizo, para evitar el desorden”, afirman.
Consideran los abogados, que todo se ha hecho al revés y que jurídicamente se está violando el POT en más de 11 artículos, así como las Leyes 388 de Ordenamiento Territorial; la 397 de 1997 de Cultura y el mismo Plan de Desarrollo vigente, el 812. No están de acuerdo con la alcaldía, que dice que no hay suficientes estudios, cuando existen 18 voluminosos tomos de un estudio que se publicó en 1997 y se acogió como Provial por medio de Acuerdo Municipal, en el que se aprobó el proyecto de peatonalización y semipeatonalización de la ciudad. El Provial desarrolla una serie de programas y de estrategias para conservar el patrimonio vial, que incluso son drásticas en especial en cuanto a la circulación de vehículos de alto tonelaje, lo que pondría en cintura a los transportadores y a los mayoristas de El Empedrado.
“Se están ejecutando unas acciones que van en contra del patrimonio cultural de la nación y todo porque no se guardan los marcos legales. El hecho de que el ordenamiento territorial sea función pública obliga a su cumplimiento”, advierten.
Los abogados dicen que el proyecto del arquitecto Lorenzo Castro ataca de frente el patrimonio, hace unas propuestas sin que existan estudios previos, ni consulta al ciudadano. El Grupo teme que se tomen decisiones por debajo de la mesa, atendiendo a intereses ajenos al compromiso de preservar, sabiendo que hay oposición por parte de un gran sector de la población, y que se acabe interviniendo el parque de cualquier manera. Cuestionan el valor del proyecto, que es de $1.235 millones, para intervenir una manzana, quitar unas bancas, poner bolardos y unos adoquines.
La intervención debe ser sutil
Por su parte, el arquitecto Julián Zuluaga, profesional especializado de la Oficina de Planeación Municipal, dice a título personal, que está de acuerdo con los habitantes de Popayán, cuando afirman que es necesario hacer una sutil intervención en el Parque de Caldas para mejorar su infraestructura física y su apariencia, poniendo este lugar a tono con el nuevo el siglo.
Señala que el marco general del parque con sus actuales dimensiones, sus árboles centenarios, piso y amoblamiento tradicional, no puede ser intervenido en lo sustancial, salvo para hacer reemplazos de piezas, dar mantenimiento a la vegetación, etc. La intervención, subraya, debe partir del borde externo del parque hacia fuera y prolongarse hasta la línea de paramento que viene de la esquina vecina en línea perpendicular. Esta prolongación puede alcanzar entre 5 y 6 metros por los cuatro costados del parque. Se debe mantener la calzada vehicular en asfalto, con un diseño técnico que facilite el paso de las procesiones y permita la circulación de vehículos por los cuatro costados, a una velocidad de 20 y 30 K/H. Posteriormente se empata el perfil con el andén actual, haciendo los ajustes necesarios a fin de permitir rampas para discapacitados. Esto, dice, debe estar exento de bolardos, porque el vehículo se mantendría en un nivel inferior a los andenes entre 15 y 18 cms, suficiente para impedir el traspaso de las áreas peatonales por vehículos. De esta manera el paso de las procesiones no tendría obstáculos y desaparece la posibilidad de estacionamiento permanente o transitorio por los cuatro costados del parque, pues las vías deben mantener un flujo continuo, tanto por las carreras como por las calles.
Este arquitecto especializado sostiene, que el parque no necesita más vegetación, ni árboles de sombra, ni palmeras, pues el centro frondoso y exuberante permite un espléndido microclima. “Los habitantes de Popayán debemos pensar en qué hacer con esta nueva franja peatonal, entre 5 y 6 metros de ancho por 80 metros de largo en cada costado, que nos permite cerca de 1.600 metros cuadrados para disfrutar, para encontrarnos, para vivir un poco más tranquilos y mejor en medio de la historia que permanece”.

viernes, 20 de julio de 2007

Es un espacio cívico amplio, no es una ONG, ni una fundación, no tiene apoyo gubernamental, no manifiesta tendencia política ni religiosa, somos ciudadanos del común que intentamos conformar un tejido social diferente, saliéndonos de la visión antropocéntrica en la que impera el pensamiento de que el humano fue creado para ‘someter y dominar la naturaleza’ sin comprender que somos parte de Ella y merece respeto como la misma especie humana.

COLUMNISTAS QUE SE MANIFIESTAN SOBRE LA INTERVENCIÓN EN EL PARQUE CALDAS

GUAYACAN ROSADO EN EL PARQUE CALDAS



HISTORIA DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL LOS GUAYACANES



Algo de historia:

En Popayán, capital del departamento del Cauca, con una población de 300 mil habitantes al sur de Colombia, los conservacionistas de la ciudad en julio de 2003 iniciamos una serie de acciones organizadas para defender del corte a una decena de árboles de guayacán (Tabebuia rosea y Tabebuia serratifolia) plantados 40 años atrás en una avenida a la entrada de la ciudad. La tala de los árboles había sido autorizada por la Autoridad ambiental institucional del Cauca, CRC, con el objeto de construir un cruce vial.

Estos árboles, además de ser un símbolo paisajístico pertenecen a la memoria colectiva de la ciudad y son un patrimonio que ha permitido a sus ciudadanos reconocer el valor de nuestra biodiversidad y pluriculturalidad, a tal punto que convocó a la voluntad de miles de personas para formar un movimiento ciudadano en su defensa, que sumado a las denuncias de los medios de comunicación, obligó a la CRC a citar a una Audiencia pública para exponer y debatir los conceptos fundamentales en pro de la conservación del patrimonio paisajístico de la ciudad y, ¡los guayacanes se salvaron!

El sector de la sociedad civil que logró convocar al espíritu cívico de sus habitantes en Popayán, conformó el ‘Movimiento Ambiental Los Guayacanes’, como un espacio cívico amplio, con el objeto de seguir defendiendo el patrimonio ambiental y promover la planificación de las áreas verdes en la región con una destacada participación ciudadana.

Con el correr de los meses, a los líderes de esta movilización empezaron a llegarnos solicitudes de asesoría y apoyo para respaldar a la comunidad en defensa de sus parques y áreas verdes, entre ellas la del municipio de Silvia, donde la mayoría de sus habitantes es indígena. Allí, el parque cuya arborización tenía más de 60 años de existencia fue arrasado para construir una plaza “dura y moderna” sin ningún significado. Y aunque el daño estaba causado, nuestra intervención promovió varias marchas y tres Cabildos abiertos donde la comunidad de diferentes razas se unió para exigirle al alcalde recuperar el concepto de parque verde. Para dicha ejecución donamos el anteproyecto.

Otro caso a destacar es la intervención en el Parque Simón Bolívar en Timbío-Cauca, donde se intentó pavimentar el parque al que rellenaron con escombros de las obras que ejecutaban para el alcantarillado de ese municipio. La comunidad nos solicitó el apoyo y se logró preservar gran parte del parque.

Se ha brindado apoyo a las comunas dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho en temas de claro deterioro ambiental, donde las comunidades se han manifestado por su inconformidad en el manejo del medio ambiente en el Humedal de los Tejares, en la Quebrada Pubús, en la Quebrada Quitacalzón, en el río Molino, en las riveras del río Cauca y en el Cerro La Tetilla entre otros.

En la actualidad estamos impulsando la movilización ciudadana e intervención en los medios de comunicación para frenar un proyecto de mutilación del parque Caldas en Popayán, ciudad fundada hace 450 años, que conserva el centro histórico como patrimonio de Colombia. Su parque principal es constitutivo del sector histórico, sin embargo con un proyecto traído desde Bogotá para peatonalizar el centro, quieren transformar una parte del parque Caldas en plazoletas, quitándole identidad y su valor histórico y ambiental. Nosotros apoyamos el rescate de la ciudad para el peatón, pero sin destruir el parque. Por ello en este momento solicitamos una Audiencia pública para socializar el proyecto y debatirlo.

Hoy por hoy, la ausencia de planificación en las intervenciones en los parques y zonas verdes se hace más crítica porque desconoce a la gente y su medio como ejes de dicha proyección; es por ello que apoyamos un espacio semanal en el periódico local para analizar los 64 parques de barrio existentes en el municipio de Popayán.

Nuestra filosofía y principios de trabajo independientes han permitido desarrollar acciones conjuntas con la comunidad, con el objeto de injerir en la política de planeación de los espacios verdes en la región.

LOS GUAYACANES NO VOTAN


Los guayacanes no votan


Por
Rafael Rincón Patiño*

El domingo 15 de julio de 2007 perdió la vida el guayacán amarillo de la Calle 33 con la Carrera 80A de la ciudad de Medellín; había sido amenazado de tala por la ampliación de la Avenida 33, su pena había sido conmutada por un transplante a otro lugar. Sin embargo, a la hora del transplante pudo más la motosierra depredadora de la administración municipal que la promesa de dejarlo vivo.

Sin misericordia en cien segundos fue cortado en cien pedazos y enterrado en el mismo lugar en donde vivió por 15 años. El guayacán amarillo murió arrancado y mutilado en su propia casa. Murió trozado porqué se negó a ser un árbol desplazado y prefirió la casa por tumba. Sus verdugos, depredadores asalariados estaban pasmados, no creían lo que habían hecho, pero los descansaba la satisfacción del deber cumplido y el consuelo de que es un acto que tiene garantizada la impunidad.

Este detrimento patrimonial de cortar un guayacán amarillo que debía ser transplantado es invisible, no genera responsabilidad fiscal, es como si al árbol se lo hubiera tragado la tierra; si fuera un poste de energía tendría valor, estaría en un inventario, pero por ser árbol estará censado pero no tiene valor.

El guayacán amarillo es un amenazado de vida por el desarrollo urbano salvaje, que el Alcalde Fajardo V. denomina “urbanismo social”, para esconder las barbaridades de su desarrollo implantado. El guayacán amarillo tenía la esperanza de salvarse, había sido escogido entre cientos, pero definitivamente lo tasajearon. La esquina que se pintaba de amarillo estuvo encharcada de hojas y de apartes de lo que era su tronco.

El guayacán amarillo no estaba enfermo ni merecía el destino que le dieron, pero triunfó finalmente la llamada razón práctica: beneficiar a los constructores; es otra batalla que gana el cemento y un granito de arena más al calentamiento global.

No queda más que llorarlo y esperar que llegue el progreso implantado, el mito de naturaleza, las baldositas de colores y las palabras ensalzadas que remplazan la realidad por la esperanza.

Seguramente en ocho días el guayacán amarillo será remplazado por una valla colorida que anun¬ciará mil guayacancitos y llegarán dos o tres payasos para que con un pasacalle municipal intente mitigar la mala imagen de la administración y compense la ausencia y el daño.

Quien creyera que en la “ciudad de la eterna primavera” no pasa nada si se corta un guayacán amarillo, un árbol de flores amarillas, un árbol que pinta amarillo lo que la violencia pinta rojo. Adiós guayacán, adiós flores amarillas, un “mi dios le pague” por las sombras, por enriquecer el paisaje, por infundir alegría y brillo en los espíritus decaídos y por mostrarnos la magia cromática de la naturaleza.

Da pena ajena ver como el “urbanismo social” arrasa con la Avenida 33 y la convierte en un santuario al cemento. Da pena con los otros árboles hacerse a su sombra o escamparse en ellos o tomarles una foto después de presenciar la indolencia de la motosierra oficial.

Cuándo cortar guayacanes amarillos no baja el rating a los gobernantes, no afecta la gobernabilidad, no disminuye la aceptabilidad, no genera detrimento patrimonial, la vida está en riesgo. Lo ambiental no es factor de poder y por eso debe ceder ante el interés particular del constructor. Esta cosmovisión entiende que el paisaje se puede pintar o se puede insertar con vallas y pasacalles, en cambio la rentabilidad económica del suelo no. Se gana más plusvalía con árboles pintados que sólo ocupan superficies verticales que con árboles reales que sí ocupan el suelo. En esta lógica mercantil los árboles no tienen asegurado un lugar sobre la tierra.

Los guayacanes amarillos no son factor de poder, no hacen parte de la democracia electoral y formal, no tienen representación, no tienen voz, no son parte de lo público; ellos no cuentan, no suman, no son parte de la democracia; en fin, los guayacanes amarillos no votan, por eso, los cortan y los botan.

Llegará el momento en que cortar un guayacán amarillo hará, no sólo titilar una estrella, como lo versa el poeta Juan Manuel Roca, sino que también hará palidecer un gobierno.


Medellín, 17 de julio de 2007 (Día de la Justicia Internacional, aniversario del Estatuto de Roma)


* Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas Corpus.

4 AÑOS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL DEL CAUCA

Amigos y amigas proteccionistas del medio ambiente,

Con motivo de cumplir cuatro años de fundado el ‘Movimiento Ambiental del Cauca Los Guayacanes’, les recordamos que este es un espacio cívico amplio, no es una ONG, ni una fundación, no tiene apoyo gubernamental, no manifiesta tendencia política ni religiosa, somos ciudadanos del común que intentamos conformar un tejido social diferente, saliéndonos de la visión antropocéntrica en la que impera el pensamiento de que el humano fue creado para ‘someter y dominar la naturaleza’ sin comprender que somos parte de Ella y merece respeto como la misma especie humana.

Algo de historia:

En Popayán los conservacionistas de la ciudad en julio de 2003 iniciamos una serie de acciones organizadas para defender del corte a una decena de árboles de guayacán (Tabebuia rosea y Tabebuia serratifolia) plantados 40 años atrás en una avenida a la entrada de la ciudad. La tala de los árboles había sido autorizada por la Autoridad ambiental institucional del Cauca, CRC, con el objeto de construir un cruce vial.

Estos árboles, además de ser un símbolo paisajístico pertenecen a la memoria colectiva de la ciudad y son un patrimonio que ha permitido a sus ciudadanos reconocer el valor de nuestra biodiversidad y pluriculturalidad, a tal punto que convocó a la voluntad de miles de personas para formar un movimiento ciudadano en su defensa, que sumado a las denuncias de los medios de comunicación, obligó a la CRC a citar a una Audiencia pública para exponer y debatir los conceptos fundamentales en pro de la conservación del patrimonio paisajístico de la ciudad y, ¡los guayacanes se salvaron!

El sector de la sociedad civil que logró convocar al espíritu cívico de sus habitantes en Popayán, conformó el ‘Movimiento Ambiental del Cauca Los Guayacanes’, con el objeto de seguir defendiendo el patrimonio ambiental y promover la planificación de las áreas verdes en la región con una destacada participación ciudadana.

Nuestra filosofía y principios de trabajo independientes han permitido desarrollar acciones conjuntas con la comunidad, con el ánimo de injerir en la política de planeación de los espacios verdes en la región.

Hoy por hoy, y por la ausencia de planificación en las intervenciones en los parques y zonas verdes que se hace más crítica porque desconoce a la gente y su medio como ejes de dicha proyección; como en los casos de los parques de Silvia, y Bolívar en Timbío en el Cauca, el parque de Caldas en Popayán y docenas de parques de Colombia. Es por ello que actualmente nos encontramos en actividades de protección y recuperación de los parques y zonas verdes en la región.

¡Feliz aniversario amigos guayacanes!

Un abrazo guayacanero,


LUCY AMPARO BASTIDAS PASSOS

Coordinadora del Movimiento Ambiental del Cauca Los Guayacanes

EL MOVIMIENTO AMBIENTAL LOS GUAYACANES


Es un espacio cívico amplio, no es una ONG, ni una fundación, no tiene apoyo gubernamental, no manifiesta tendencia política ni religiosa, somos ciudadanos del común que intentamos conformar un tejido social diferente, saliéndonos de la visión antropocéntrica en la que impera el pensamiento de que el humano fue creado para ‘someter y dominar la naturaleza’ sin comprender que somos parte de Ella y merece respeto como la misma especie humana.